viernes, 12 de agosto de 2011

Búsqueda

Por un tiempo vagué por las ruinas,

buscando mi razón para vivir,

las mejillas lucían rosadas

y el brillo en mis ojos

no permitía a mi entorno

conocer mi sufrimiento.

Caminando por un valle de

penas y dudas existenciales,

sufrí y lloré un dolor

que no llegaba a comprender.

Me preguntaba una y otra vez,

qué me sucede, porqué…

los días pasaban,

mis pies continuaban su camino

a pesar del cansancio.

Otoño tras otoño, entre crujientes

hojas naranjas, me cuestionaba.

Ríos de soledad se escurrieron

entre mis manos,

noches en vela frente a un espejo,

teorías y filosofías que sólo

despertaron en mi más

interrogantes y siempre allí

el dolor de la duda,

la insatisfacción de no

encontrar una respuesta,

la impotencia de una recurrente

introspección fallida,

la frustración de desnudar

el alma ante el papel

una y otra vez consciente

de no poder hallar respuestas.

Los días han pasado,

un otoño más que se deshoja

bajo mis zapatos, una noche más

de intentar conocer el porqué

de tantas respuestas y tan poca

convicción sobre ellas,

amor, oro, fama, reconocimiento

no, no, no y no

Sola, continuo esta búsqueda

que todos desconocen,

la gran actriz representa

ante el escenario del mundo

su papel de mujer cabal,

mientras disimula

alguna lágrima irrespetuosa

que se asoma para arruinar su acto

le robo a la vida un otoño mas,

le arrebato a mis fuerzas

la promesa de una primavera

e intento convencer a mi espíritu

de lo que he descubierto hace instantes:

la vida es un interrogante constante

y si deseas disfrutarla debes aceptar

que no siempre tendrás las respuestas.

Debo confesarlo: aún… no aprendo

a vivir con esto.

No hay comentarios: