lunes, 20 de septiembre de 2010

Camila- Mientes

Como sabrán no soy muy apegada a este tipo de música y si, ya se que en este video la mala es una mujer, pero seguramente la canción la escribio un hombre jajjaaj. bueno esto refleja un poco lo escrito anteriormente. saludos

Sapos camuflados de príncipes...


Hoy escribo yo, sin pseudónimos ni grandes citas de autoridad.
Hoy escribo yo porque es uno de esos días en los que me quiero llevar el mundo por delante, en los que quiero empezar a tirar cosas y mover el dedo índice, agitarlo y convertir a unos cuantos sapos camuflados, en lo que son, asquerosos y pegajosos sapos. Nada de príncipes encantados, nada de dulces ojos grises, nada de nada, sapos, sapos asquerosos.
Sapos repulsivos que te quitan las ganas de creer en los buenos hombres, que existen y a quienes les pido disculpas por este post.
Sapos que te roban las pocas esperanzas de encontrar un hombre que valga la pena.
Sapos que después de desaparecer vuelven a tu vida sin pedir permiso y quieren retomar las cosas como si nada.
Sapos que te mienten y después piden segundas, cuartas, sextas oportunidades.
Sapos, asquerosos sapos a los que nos les queda ni el verde azulado, puro amarillo, si! Amarillo, amarillo mentira, amarillo traición, amarillo engaño!!!!
Ah!!! Si yo pudiera… ti lín, ti lín, to lón, to lón, ese sapo vuela por el barrancón!!!! Si chicas!!! Los haría desaparecer para siempre, porque lo único que sabe hacer esa especie es crear, agrandar o agravar heridas, meter el dedo en la llaga cuando está a punto de sanar, echar sal en la cicatriz, y como si fuera poco, la plaga prolifera, miráaaa, cuidado, quizás un sapo esté acechándote, te está mirando cuidadosamente desde el zanjón, se fija en tu ingenuo corazón, infla su papada y suelta lentamente el aire calculando hasta que punto eres crédula!!! Pronto intentará atacarte, pero ahora no puedes decir que no te avisé.
No somos brujas pero sí fuertes, así que ningún sapo podrá con nosotras, fuera los sapos mentirosos y charlatanes, tenemos dignidad, tenemos orgullo y sobre todo esperanza.
Tenemos confianza en que con paciencia llegará esa persona que no es ni sapo ni príncipe, ese que no merece que guardemos toda la ira que nos producen los sapos con los que nos hemos topado. Por eso ti lín, ti lín, to lón to lón, ese sapo molesto no merece más nuestra atención…
Diva