martes, 20 de enero de 2009

Dónde


Dónde estas hombre.
Por qué desiertos no explorados te he perdido.
Mi voz se eleva silenciosa en lo más hondo
de un vacío que grita angustiante tu ausencia.
Anhelante te espero casi sin esperanzas soñando
que vienes por mí y que soy aquella que has amado
desde los siglos.
Durante los días y noches sin sueño mi imaginación
vaga soñándote con mil formas y caras;
quien serás, cómo serás
¡Odio la soledad!
La siento en el cuerpo, en el alma, el espíritu…
La odio, la aborrezco con un dolor sordo y
enmudecido por los disimulos
Desearía romperla…Eso es, despedazarla
con los dientes, ya no necesitarte como lo hago.

Dónde estas hombre.
Por qué te busco, sin buscarte esperándote
hasta lo indecible.
Desearía entender por qué el empeño
en recibir golpes y dolor
Por qué la reincidencia a la hora
de la frustración continua.

Quisiera pensar que no te necesito
pero entonces se rebelan ante mí,
mil sentimientos que no encuentran destino.
Y descubro que desde siempre estoy esperándote
soñándote, imaginándote…
Risueño, galante, hermoso
protector, sincero, mío
MIO solamente
Míos tus brazos, tu amor, tu cuerpo.
Tus deseos, la satisfacción de los mismos.
Todo mío, y por primera vez me doy cuenta
de un miedo que me envuelve, también desde siempre
un miedo a que no llegues, a que un farsante me mienta.
Que el timador destruya la poca confianza
que he guardado para ti.
¿Existes? Quisiera pensar que llegarás
Pero a mí alrededor solo veo ausencia
Y noto que la vida se pasa rápidamente entre el trajín
y las decepciones agobiantes y aplastantes
Por qué te escondes
Será que alguna vez alguien me amará
hasta el punto de necesitarme como al aire…
Será que sentiré la mirada de deseo de unos ojos puros y espirituales
Será que algún día llegarás
Tocarás mi puerta…
Y cuando suceda, podré reconocerte y amarte
O el miedo habrá congelado mis ansias actuales de riesgo
¡Hombre! Donde estás, tú, si tú
Nadie más, solo tú…
Clara Francutti